
Partiendo de que nadie nace sabiendo, tampoco nadie nace organizado ni ordenado. Como todo hay que aprenderlo, igual que aprendemos a andar, a comer, a hablar. Igualmente, tenemos que aprender a ordenar y a ser organizados. Hoy te muestro 6 Claves y técnicas para que nuestros hijos se organicen mejor.
6 Claves y técnicas para que nuestros hijos se organicen mejor.
No me suele gustar que mis clientas hablen de ellas o se califiquen como desordenadas, porque lo cierto es que tener más o menos interés en el orden entra dentro de tu orden (y nunca mejor dicho) de prioridades. Pero, lo que si es verdad es que la organización diaria de tus actividades y de tu entorno te trae tranquilidad. Y sobre todo tiempo.
Y esto viene a cuento porque muchas de ellas a pesar de haber crecido en un entorno organizado no quieren dedicar más tiempo del necesario a organizar su casa porque prefieren hacer otras actividades con las que realmente disfrutan. Lo que no quiere decir que no tengan más remedio que hacerlo. Por eso en ese caso la receta es tener lo justo para que organizar nuestra casa y nuestro día a día nos lleve lo menos posible.

1. Aprendiendo desde pequeños.
En definitiva ser organizados es fundamental en nuestra vida diaria y mientras más pequeños lo aprendamos será mucho mejor. Cuando seamos mayores agradeceremos ser medianamente organizados ya que todo se vuelve más sencillo y no sientes continuamente que no te da la vida.
En el caso de nuestros hijos debemos enseñarles desde pequeños que si se organizan podrán no solo tener tiempo para hacer todo lo que les gusta y les corresponde a su edad. Sino que al tener sus cosas organizadas de una determinada forma ni perderán el tiempo en buscarlas ni será complicado volver a dejarlas en su sitio.
Si aprenden esto desde pequeños quizás no se sientan desordenados cuando sean mayores. Y sabrán darle su lugar y su tiempo a cada cosa o actividad siguiendo el orden de prioridades que decidan tener.
Si desde niños entendemos estas cosas cuando seamos adultos tendremos la capacidad de llevar un día a día mejor organizado. Si entendemos como tener un día organizado, no hacer más cosas en menos tiempo sino que cada cosa tenga su tiempo.
A ser padres nadie nos enseña. Podemos seguir el ejemplo de nuestros propios padres y hacerlo de la mejor manera que consideremos. En cada etapa de crecimiento es distinto y no siempre las tenemos todas con nosotros para acertar en nuestra manera de enseñarles o para trasmitirles lo que creemos es mejor para ellos. Como suelo decir los niños no vienen con libro de instrucciones y a veces lo haremos mejor y otras no tanto.
Porque ser padres es estar en un continuo aprendizaje, en el que para enseñarles a ellos nosotros debemos aprender muchas cosas o incluso cambiar la manera de hacerlas para hacerlas mejor y poder enseñárselas a ellos.
Entre otras enseñanzas las siguientes son las que los harán más organizados cuando sean adultos.
2. Enseñarles a no acumular.
Deben aprender que todas las cosas tienen su ciclo de vida y que cuando han dejado de sernos útiles hay que desprendernos de ellas. Si el objeto está en buenas condiciones no hay nada más satisfactorio que poder darlo a otro niño para que continúe su vida con él en lugar de estar guardado sin usar. Esto es algo que a los propios adultos nos cuesta hacer, pero por los hijos somos capaces de hacerlo todo. Incluso aprender a no acumular.
Si nos ven a nosotros no atarnos a las cosas ellos verán el descartar cosas como un hábito más que hay que tener y no les supondrá ningún conflicto.
3. Mostrarles que todo debe tener su sitio.
Es la manera de mantener el orden de manera sencilla. Esto es posible cuando tenemos la cantidad de cosas de acuerdo a la cantidad de espacio que tenemos, no más. Si tomamos decisiones juntos, si los involucramos a la hora de ordenar o de decidir cuál es la mejor manera de hacerlo. Se sentirán parte del asunto y responsables de su propio entorno.
Cuando ordenemos su espacio hay que responsabilizarlos, pero sobre todo hay que verlo y entenderlo desde su perspectiva (con ojos de niño), no solo desde nuestro enfoque.

4. Inculcarles que todo debe tener su tiempo.
Como niños que son quieren jugar lo primero. Porque entienden el juego como algo divertido y estudiar u ordenar como una obligación. Es importante trasmitirle a ellos que depende de como te tomes las cosas se ve diferente y cuesta más o menos trabajo hacerlo.
La importancia de la actitud ante las tareas diarias es primordial, la manera en que enfocamos cada una de ellas hará que nos cuesten más o menos hacerlo. Enseñándoles que ya que hay que hacerlo es mejor hacerlo con positividad y ánimo que todo lo contrario y estar todo el tiempo protestando.
5. Iniciarles en la organización de su espacio
Deben entender que un espacio organizado les permite estar más concentrados. O que pueden disfrutar más tiempo de sus juegos si son capaces de encontrarlos a la primera o a la segunda. Pero, también es importante hacerles ver que si no mantienen sus cosas en su lugar sino que lo dejan en cualquier sitio esto puede afectar a otros y a ellos mismos. Porque pueden tropezarse y hacerse daño. Deben ser conscientes de que para que todos disfrutemos del espacio todos debemos cuidar de él.
Cuando nuestros hijos empiezan a estudiar solos hay que crearles un espacio sin distracciones. Esto no solo es necesario cuando somos pequeños,por supuesto.
Tener un entorno de trabajo o estudio organizado en el que tener a mano lo que necesitamos para hacer la tarea y con las cosas justas sobre él para que no nos robe espacio, es esencial además de permitirnos no perder el tiempo. En este post os di las claves sobre Cómo tener un espacio de trabajo más organizado y confortable.

My scandinavian home
6. Habituarles a organizar su tiempo.
Es habitual que nuestros hijos empiecen a manejar una agenda ya desde primaria. Otra cosa es que sepan utilizarla bien. En el colegio pueden darles unas pautas, pero también es parte de nuestra tarea de padres indicarles cómo hacerlo. Pautas como qué la fecha de un examen, no solo hay que ponerla en la fecha en el que se realiza sino el mismo día en el que nos lo comunican. Enseñarles que hay que ir a lo importante y a repartirse el tiempo lo mejor posible.
De manera que si hacen un poco cada día no tendrán que darse el atracón cuando se acerque el día. Una enseñanza muy valiosa que nos servirá de mucho en las siguientes etapas de vida.
Una herramienta interesante y bastante útil para enseñar a nuestros hijos a administrar su tiempo es la pomodoro. Una técnica que Francesco Cirillo creó en 1980 y que es utilizada para aumentar la productividad. Se trata de un método de gestión del tiempo que se puede usar para cualquier tarea y que ayuda a una mejor concentración. Algunos de los objetivos de utilizar esta técnica son aliviar la ansiedad vinculada a comenzar una tarea, impulsar nuestra motivación y mejorar el proceso de estudio o trabajo.
Se trata de usar un temporizador para dividir el tiempo en intervalos fijos, llamados pomodoros, realizando 25 minutos de actividad y descansando 5 minutos. Después de cada cuatro pomodoros, nos tomaremos un descanso más largo, de unos 20/25 minutos. Así hasta acabar la tarea que tengamos entre manos.
Con esta técnica logré que mi hijo mayor pudiera concentrarse mejor y aprovechará mejor el tiempo. Por eso he querido incluirla en las 6 Claves y técnicas para que nuestros hijos se organicen mejor.
Puedes usar alguna de las aplicaciones que existen para esto, el temporizador del móvil o un cubo temporizador como éste.
Enseñarles a ser organizados es cuestión de tiempo y de paciencia por nuestra parte. Pero, lo mejor de todo es que a la vez que ellos aprenden lo hacemos nosotros.

Cristina, Consejera de orden, visual merchandiser y creadora de ordenyespacios.com
Autora de Aligera tu casa Simplifica tu vida y 5 Semanas para ordenar tu casa.
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