Hay muchos factores que influyen a la hora de conservar nuestra ropa en las mejores condiciones el mayor tiempo posible. Nuestras costumbres al lavar las prendas y la forma en las que las secamos harán que la ropa dure más o menos. Veamos 7 Cosas que es mejor no hacer al lavar la ropa.
Veamos 7 Cosas que es mejor no hacer al lavar la ropa.
1. No mezclar la ropa de color con la blanca.
Realmente cada grupo necesita de una temperatura de lavado. Aunque existen las toallitas atrapa-colores o anti-transferencias. Siempre es mejor no mezclar, cuando pretendemos cuidar al máximo nuestra ropa.
Mira las etiquetas de las prendas, clasifícalas según el tipo de tejido y la suciedad, antes de meterlas en la lavadora. Revisa bolsillos y cremalleras, ata los cabitos de las sudaderas (pueden acabar metidos en los agujeros del tambor y dificultar el lavado). Vuelve del revés prendas de punto y jeans. También, las prendas delicadas, éstas preferiblemente, lávalas en bolsas de rejilla para evitar roces con otras prendas.

2. No lavar prendas cuando, en realidad, no hace falta lavarlas.
Con toda probabilidad echamos a lavar ropa que aún no necesita ser lavada. Nuestros hábitos higiénicos personales hacen que las prendas las podamos utilizar no una, ni siquiera dos, incluso tres veces o puede que más. Es un error meter en el bombo de la ropa, prendas que pueden volver a usarse, que lo único que necesitan es que se aireen en una percha, antes de volver a colgarlas o meterlas en el cajón. El exceso de lavados acaba por dañar la ropa. Pero, no sólo eso supone un gasto energético y de agua, totalmente, innecesarios.
Una no es más limpia por poner más lavadoras, ni lavar más la ropa. Cada lavado supone de media unos 40-50 litros de agua. Además, en cada ciclo de lavado se liberan miles de micropartículas de plástico de las prendas fabricadas con fibras sintéticas, que acaban en el mar. Estos residuos generados en los lavados suponen 1/3 de los micro-plásticos que acaban en los océanos del mundo. En cuánto a qué cantidad se libera influye la duración y la temperatura del lavado, que el filtro de la lavadora esté sucio (también, esto hace que la lavadora consuma más) y la velocidad del centrifugado.
También, hay que saber que, de media una lavadora puede consumir unos 255 kWh al año. Uno de los factores que influyen en el gasto, es la temperatura del ciclo de lavado. Cuando la ponemos a una temperatura de más de 30ºC la lavadora gasta hasta el doble en comparación con un ciclo en frío. Es importante hacer un uso consciente de los recursos si, verdaderamente, nos preocupa el impacto de cada una de nosotras sobre el planeta que habitamos.
3. No usar la secadora en exceso para no estropear la ropa.
En ciertos lugares y en algunas temporadas del año parece complicado no usar la secadora. Sin embargo, muchas veces abusamos de su uso. Esto no sólo implica que la ropa se desgaste más porque al fin y al cabo estamos forzando su secado de manera mecánica. Sino que la secadora supone un gasto energético considerable, ya que consume alrededor de 270W/ hora. Además, el uso excesivo de la secadora le va dando a los tejidos un colorcillo feo que le da un aspecto desgastado y sucio, aún estando limpia.

4. No excedernos en la temperatura al lavar la ropa blanca.
Preferiblemente, hay que lavar la ropa blanca en agua fría como la manera de conservar mayor tiempo nuestras prendas. Lo más recomendable es no sobrepasar los 30 º de temperatura, aunque hay prendas que admiten hasta 60º. Hay que tener en cuenta que en una misma colada de ropa blanca puede haber prendas de distintos tejidos, unos aguantan una temperatura y otros otra. Con lo cual es recomendable no pasarnos de los 20/30 º. Las prendas más delicadas lavémoslas siempre del revés. Personalmente, lavo la ropa blanca a 20º como máximo en los meses fríos, pero en cuanto que hace calor lo hago en agua fría.
En el caso de que la ropa esté más sucia o manchada es preferible reducir la mancha con anterioridad en lugar de poner al lavado más temperatura. Aunque el agua caliente ablanda el tejido y por lo tanto las posibles manchas, también, encogen, destiñen y arrugan las prendas.
La ropa blanca sí se puede tender al sol, sin ningún problema. únicamente, si la prenda es de tejido acrílico es preferible que no se seque al sol.

5. No pasarnos con la temperatura al lavar ropa de color.
La ropa oscura, generalmente, hay que lavarla a temperaturas bajas entre 20/30 grados. Es preferible hacerlo con agua fría, esto hará que no se desgasten los colores o se destiñan las prendas. Sólo si tienen manchas difíciles de eliminar usaremos agua caliente. Aunque lo mejor es tratar de reducir la mancha antes de introducirla en la lavadora a mayor temperatura. Lo mismo que antes decía referente a la ropa blanca. En cuanto al tendido y a diferencia de la ropa blanca, la de color es preferible que no se seque bajo el sol a temperaturas muy altas que harían que se desgaste su color.
6. No mezclar las toallas con otras prendas.
Las toallas se mantienen húmedas durante la mayoría del tiempo de su vida útil. Usar el detergente adecuado, lavarlas a una temperatura que se deshaga de las bacterias (máximo 40 º), usar un poco de vinagre blanco en el cajetín para mantenerlas esponjosas y que se les quite el posible olor a humedad, son algunas de las claves para mantenerlas en buenas condiciones. Pero, también, es importante que las toallas se puedan mover fácilmente dentro de la lavadora, si están demasiado apretadas por más que tengamos en cuenta las claves anteriores se acabarán estropeando antes de tiempo. Otra clave que ayuda a cuidarlas es que al igual que pasa con los paños y bayetas, es mejor echarlas completamente secas al cesto de la ropa sucia.
Igual que con las toallas no cargues en exceso el tambor al lavar las sábanas para que se muevan sin dificultad y no salgan demasiado arrugadas. Ya dediqué el post Cada cuánto y cómo es mejor lavar cortinas, toallas, sábanas, así que te invito a leerlo.
7. No usar ni demasiado detergente ni suavizante al lavar la ropa.
Como te decía en el post Cuál es la mejor manera de organizar los productos de limpieza, en mi opinión hay que limitar el número de productos a usar. Igualmente, también pienso que una debe alinearse con su manera de pensar y vivir y elegir productos que no dañen más el planeta de lo que lo está. Hay muchas alternativas a los detergentes tradicionales, ya sea usando generadores de ozono que convierten el agua de entrada a la lavadora en oxígeno activo que hace que lave sin usar detergentes (puedes verlo en este enlace), decantarse por detergentes ecológicos y biodegradables como Naturlim (que no usa envases de plástico), usar bicarbonato de sodio ecológico, entre otros.
En cuanto a la alternativa al suavizante es usar un poco de vinagre blanco en el cajetín. Uses o no uses detergentes y suavizantes tradicionales, la cantidad debe ser la adecuada y tal y como nos indica el fabricante. Todo en lo que nos excedamos, además, de suponer un gasto económico para nosotras, supone un coste para el planeta. Porque los productos usados en la colada van en el agua que desalojada nuestra lavadora, que por consiguiente acaban yendo a los ríos y después a los mares y océanos.
Espero haberte ayudado a cuidar del lavado de tu ropa para que te dure el máximo de tiempo posible en las mejores condiciones.

Cristina, Consejera de orden, visual merchandiser y creadora de ordenyespacios.com
Autora de Aligera tu casa Simplifica tu vida y 5 Semanas para ordenar tu casa.
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