
Podemos llegar a relacionar la felicidad con tener una casa más grande, con ganar más dinero (aquello de que el dinero te da la felicidad o al menos te ayuda a conseguirla, nos ha calado profundamente), con conseguir un trabajo mejor, con comprar un coche más nuevo o con tener un armario más espacioso y con más ropa. Si nos damos cuenta solemos relacionar el ser felices, la mayoría de las veces con cosas externas. Hoy quiero que veamos 5 prácticas que mejoran cuerpo y mente para ser feliz.
Confieso que yo misma hasta hace un cuarto de hora (como aquel que dice), también lo hacía. Buscaba la felicidad fuera de mí. Sin embargo, te das cuenta de que la felicidad no está relacionada con todo lo externo que podamos conseguir. Sino que depende de una misma y de cómo manejemos nuestro interior.
1.Sintamos la felicidad de los momentos cotidianos
La felicidad está en la belleza de un paseo por el campo, en el olor del café de la mañana, en tu ritual de belleza nocturna, cuando observas el cajón de los jerseys ordenados, en la mirada de tu hija/o,… en todos esos momentos cotidianos que te hacen apreciar la vida y valorar esas pequeñas cosas que haces. También está al terminar de limpiar la encimera de la cocina y al barrer el suelo del salón. Ser capaces de apreciarlo le aporta a tu día orden y armonía y te conectan con el momento presente. Cuando esas pequeñas acciones las entiendes como agradables, aunque a priori algunas de ellas no lo parezcan, cuando las trasformas en rituales tu mente las comprende como importantes. Y entonces tu cabeza se activa, en concreto tu sistema límbico que es el encargado de la gestión de las emociones. Y,¿ qué ocurre?. Pues, que empieza a relacionarlas con emociones positivas que nos gusta hacer porque nos reporta beneficios, nos hace un poquito más felices y nos trae serenidad.
Como escribía en mi libro 5 Semanas para ordenar tu casa:
A través del orden y la organización podemos llegar a disfrutar de una sensación de bienestar similar a la que nos generan las endorfinas cuando hacemos cualquier actividad que estimule nuestros sentidos. Son acciones que influyen de manera positiva en nuestra vida cotidiana, en la organización de nuestro tiempo y que acaban repercutiendo en nuestra salud física y mental. Aunque te pueda parecer demasiado trascendental, cuando estás limpiando la suciedad del baño u ordenando tus calcetines te estás relacionando con tu casa.
Cristina Muñoz. 5 Semanas para ordenar tu casa

2. Sonriamos y seamos amables
La sonrisa es contagiosa y es gratis. Te cambia el estado de ánimo tan sólo con arquear tus labios hacía arriba:). Aunque no tenga una ganas, practicar la sonrisa, le mejora el día a ti y al que te mira. Quien más y quien menos hemos pasado malas rachas, ya sea a nivel personal o laboral. Yo en una de esas rachas me di cuenta que sonreír como hábito me ayudaba a sobrellevar el día. Al principio cuesta como cualquier rutina, pero de repetir un día y otro, te sale automática. Es una forma de cuidar de tu bienestar emocional, algo que deberíamos cuidar desde que ponemos un pie en el suelo al levantarnos de la cama.
Ser amable, también es gratis, pero a algunas personas les cuesta serlo. No sé si es porque tienen que poner de manifiesto que su vida es estresante o por lo que quiera que sea. Pero, van de mal humor desde que se levantan. A mí hay muchas cosas que no me gustan de este mundo, la inmediatez con la que lo queremos todo, la agresividad en el trato, las malas maneras y tantas y tantas más, que me pasaría el día escribiéndolas. Pero, no quiero mostrarle a nadie todo lo que me disgusta. Prefiero sonreirle al del frente y desearle un buen día. Porque estoy convencida de que ser amable y desearle un buen día a los demás, hace mucho bien.
3. Autocuidémosnos
Nos cuesta poner en nuestra lista de prioridades diarias dedicar momentos para una misma. Siempre, hay algo que te usurpa el espacio de tiempo que nos deberíamos dedicar. Igual que en nuestra agenda, física o virtual marcamos las actividades diarias que hay que hacer. Estaría bien que aparecieran esos momentos de autocuidado que deberíamos estar ofreciéndonos. Quizás, podríamos pensar: Bueno, ¿no creo que sea necesario agendarlo?. Pero, si no consigues esos momentos porqué no hacerlo. Particularmente, me ha costado años llegar a la conclusión de que esos pequeños momentos en los que te cuidas te nutren por dentro. Supongo, que porque en cierto modo pensar en autocuidarte te hace sentir culpable de algún modo, porque parece que estás siendo egoísta dedicándote tiempo. Sin embargo, cuanto mejor estés por dentro más de ti podrás dar a los que tienes a tu alrededor.
Yo particularmente, encontré mis momentos para hacer ejercicio (aquí te lo conté), porque entendí que aumenta mi fuerza de voluntad y me fortalece la mente. Una vez escuché en una serie esta frase: “Me cuido para durarle mucho a mis hijos”. Quizás sea una frase tonta, pero me sirvió para entender que cuánto más dejara pasar el tiempo y más me dejara vencer más me costaría hacer ejercicio con regularidad.
Y, también, logré marcar mis momentitos de mis rutinas de belleza.
4. Agradezcamos todo lo que tenemos
Para ser felices no podemos enfocarnos en lo que nos falta sino en lo que tenemos. Porque lo cierto es que si te centras en lo que no tienes nunca tendrás suficiente. Como muchas veces os he hablado esta sociedad nos lleva a estar en una carrera continúa por conseguir, por lograr, por tener,…Centrarte en lo que te falta te hace infeliz, igual que estar volviéndote a mirar el pasado y en esperar lo que te depara el futuro, te hace perder de vista el momento presente. Agradezcamos cada día todo lo que tenemos.

5. Seamos nuestra mejor amiga
Pienso que en general las mujeres somos muy duras con nosotras mismas. Nos autoexigimos y nos pedimos demasiado. Seguramente, es porque pensamos que tenemos que estar continuamente demostrando cuánto valemos, qué podemos con todo o que nuestra capacidad de trabajo es grande. Tenemos que escucharnos y , sobre todo, ser comprensivas con nosotras mismas. Me ha costado lo suyo, pero he parado de pedirme tanto y he decidido convertirme en mi mejor amiga, En la que mejor me escucha, en la que mejor me entiende, en la que mejor me comprende, en la que me enseña a relajarme, en la que me dice que respire con tranquilidad cuando me pongo ansiosa,…
Cada día dedico un poquito de tiempo a pensar en mis cosas, en mis emociones. Soy una persona introspectiva, porque soy tímida y me he trabajado el interior desde que era pequeña. Pero, ahora más que nunca practico el autoconocimiento para saber qué pasa por mi cabeza y por mi corazón. Qué es lo que me importa y lo qué no, lo que me duele, lo que me enfada, lo que me preocupa,…Toda esa información me ayuda a entenderme y a tomar consciencia del momento que vivo. Me ayuda a relativizar y a vivir la vida con más coherencia. Me ayuda a ser coherente con lo que siento, con lo que pienso, con lo que hago. Esto autoconocimiento está haciendo que viva la vida con mayor satisfacción, seguir creciendo como persona y que me sienta orgullosa de mí misma.
Bueno espero que estas 5 prácticas que mejoran cuerpo y mente para ser feliz te sirvan como me sirven a mí.
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Cristina, Consejera de orden y visual merchandiser. Autora de Aligera tu casa Simplifica tu vida y 5 Semanas para ordenar tu casa.
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