Cómo ordenar cuando te faltan tiempo y ganas

Una de las dificultades que nos impide mejorar el orden de nuestra casa, es decidir por dónde empezar. Si, a esto le unes la falta de tiempo y de ganas, lo vamos postergando sine die. Veamos Cómo ordenar cuando te faltan tiempo y ganas.

A la falta de tiempo y de ganas, también, hay que sumarle una idea que acaba revoloteando por tu cabeza. “Me hartaré de ordenar y al poco estará de nuevo desordenado”. Así que para que intentarlo. Lo comprendo es una razón más que fuerte para resistirte. Es bastante desesperante ordenar y ver que al poco tiempo, todo vuelve a estar sino como antes, casi como antes.

Pero, como en mi libro 5 Semanas para ordenar tu casa escribí, hay un porqué para que esto ocurra. Cuando esto nos pasa es porque, sólo, hemos centrado nuestro esfuerzo en ordenar. En el post Porqué las cosas se desordenan una y otra vez te conté a qué me refiero con esto.

Este post incluye un imprimible para ayudarte.

Cómo ordenar cuando te faltan tiempo y ganas.

Soy perfectamente consciente de que añadir a nuestro día a día más cosas que hacer puede ser agobiante. Pero, también, que no tener nuestras cosas en orden nos genera estrés e, incluso, ansiedad. Porque son cosas que sabes que estaría bien hacer, pero se te hace cuesta arriba, hacerlas.

Un espacio ordenado influye, positivamente, en nuestro estado de ánimo, te hace sentir mejor y te da bienestar emocional. Probablemente, esto ya lo has leído un montón de veces. La cuestión es empezar. La barrera más difícil de superar es nuestro propio bloqueo mental. No hay mayor obstáculo que ese. Por eso, si lo tienes más que claro….

Empieza por no ponerte excusas, estoy muy cansada, hoy tuve que trabajar mucho, total esto poca solución tiene, tengo muchas cosas por hacer, tampoco está tan mal,…Si eres consciente de la necesidad de cambiarlo, no te pongas excusas, cámbialo, mejóralo. Si puedes y quieres hacerlo, hazlo.

Cuando la editorial RBA se puso en contacto conmigo para escribir un libro de orden, tuve claro cuál sería el planteamiento. A poca gente le anima o motiva sumar más tareas en su día a día. Lógicamente, es un esfuerzo añadido, ¿a quién le gusta esa idea?. Por eso me centré en dividir la meta final de ordenar tu casa, en tareas cortas y fáciles de llevar a cabo. En las casas hay tareas que llevan más tiempo hacer y otras que menos.

En el libro, cada habitación la tienes dividida en pequeñas tareas con un tiempo asignado aproximado dependiendo de cada categoría o parte de la estancia. En cada capítulo irás viendo cómo decidir qué tareas hacer según el tiempo que tengamos cada día.

1. Saca 10, 15 o 20 minutos.

Venga, casi todos podemos encontrar la manera de sacar esos pocos minutos. Ni siquiera te digo que lo hagas todos los días, aunque sería bueno que fueran algunos días a la semana, ¿ Y, si pruebas a despertarte unos minutos antes o irte a la cama un poquito después, o dedicar menos tiempo a mirar las redes sociales o a cualquier otra cosa que no te aporte demasiado ?.  ¡Inténtalo!.

Tienes que escoger una tarea que puedas empezar y acabar en diez, quince o veinte minutos. Si ves que vas a tardar más, bien lo dejas para otro día en el que tengas más tiempo o divides la tarea en dos partes. Preferiblemente, elige tareas que puedas empezar y acabar. Que no se quede sin terminar y con las cosas por medio. Eso te va a agobiar más. Comenzar por tareas que puedas hacer en este tiempo es como hacer un precalentamiento. Para después, estar preparada para hacer tareas que lleven más tiempo.

Lo más importante es la continuidad, no dedicar ni mucho tiempo ni mucho esfuerzo . Incluso, en esos días en los que no te apetece lo más mínimo o, aparentemente, no tienes tiempo, saca unos pocos minutos. Así casi sin darte cuenta la costumbre se irá introduciendo.

2. Haz una lista de pequeñas tareas.

Piensa en tareas que te lleven, más o menos, unos diez, quince o veinte minutos hacer. Puedes escribir en un papel una pequeña lista y ordenarlas colocando en los primeros lugares las que te cuesten menos trabajo y te apetezcan más hacer. O, simplemente, apunta tareas en modo aleatorio que consideres que más o menos te llevarán ese tiempo. A ver si es un poco de más tiempo tampoco pasa nada.

Algunos ejemplos de tareas cortas son éstas:

Puede parecer que dedicar estos pocos minutos no va a hacer mucho. Todo lo contrario va a marcar una diferencia significativa, porque te darás cuenta de que eres capaz de empezar y de seguir. Dar esos pequeños pasos, dividir en tareas cortas te va ayudar a ser constante.

Para ayudarte a comenzar con tu lista de tareas cortas, he creado un imprimible. Son tres hojas, en la primera tienes espacio en blanco para apuntar las tareas que quieras y en las dos siguientes tareas cortas que pueden llevar ese tiempo.

Descarga aquí abajo el imprimible de tareas cortas.

3. Utiliza un temporizador.

Cada día, puedes elegir una tarea corta de la lista para abordarla. Puedes utilizar un temporizador, por ejemplo el de tu teléfono móvil, esto te ayudará a concentrarte en tu pequeño proyecto de organización. Cada vez que acabes una tarea márcala en tu lista. Las tareas que aparecen en la lista descargable puedes realizarlas en ese tiempo aproximado. Pero, ten en cuenta que va a depender de la cantidad de calcetines que tengas, por ponerte un ejemplo que tardes 10 minutos o 25.

Lo importante es terminar el trabajo y que las cosas no se queden por medio. Antes de empezar con una tarea en concreto observa si necesitarás de unos minutos adicionales para terminarla.

Aún siendo tareas cortas, puedes tener que usar un poco de más tiempo para ordenar según qué cosas. Según la cantidad de cosas que tengas o porque haya que decidir si las ordenas de una forma o de otra. Si ese día tenías pensado ordenar tus camisetas, pero no te puedes pasar de cierto tiempo, déjalo para otro día. No obstante, te recomiendo antes de empezar con ninguna tarea qué pienses cómo enfocarla.

4. Reduce, reduce y reduce cosas.

Me lo has escuchado mil veces, pero lo primero es reducir o lo que es lo mismo hacer que la cantidad de cosas sea proporcional al espacio donde se guardan. En general el número de cosas es el detonante de que cualquier espacio de la casa esté desordenado. Sobre lo que está manchado o roto es fácil decidirse, pero cuando no, no es tan sencillo.

Si lo sé la parte más difícil de ordenar es separarse de las cosas, particularmente de las que aún están en buen estado. Pero cuanto más aligeras tu casa de cosas , cuanto más eliminas, más te alejas del desorden. Y, más sencillo se vuelve mantener tus espacios organizados. En el libro que antes te mencionaba dediqué una parte importante sobre cómo decidir el valor de las cosas. Espero que te ayude a escoger qué cosas quedarte y cuáles deben irse de tu casa.

¡Puedes seguirme en Instagram!

Cristina, Consejera de orden y visual merchandiser. Autora de Aligera tu casa Simplifica tu vida y 5 Semanas para ordenar tu casa.

¿SUSCRÍBETE AL BLOG!.

Comparte si te gustó

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Scroll al inicio