
Por mi trabajo he visto muchas casas y he llegado a una conclusión, hay varios aspectos, pensamientos o formas de actuar que nos desordenan a todos la casa. Algo fácil de solucionar si le ponemos un poco de empeño y pensamos sobre ello. Veamos las 3 actitudes que nos desordenan la casa.
Partiendo de la base de que cada uno tiene un sistema de vida y unas circunstancias distintas hay ciertas actitudes que son comunes a todos. No solo (como os comentaba antes) me he dado cuenta en mis visitas a casas de clientes de que hay comportamientos que influyen en el orden de nuestro hogar. También, los talleres y las charlas que ofrezco se convierten para mí en un termómetro importante de lo que en general nos preocupa a todos.
Más que nunca estamos deseosos de hacer que nuestro día a día sea más simple. Hay un deseo de simplificarnos la vida. Pero, para comenzar hay que hacer como una especie de análisis de nuestro sistema de vida y de nuestro entorno.
¡Hay tantas cosas que podemos mejorar con el objetivo de no tener esa sensación de que no nos da la vida!.
Pero, por algún lado hay que empezar. Y para empezar lo primero es pensar en ello, para poder trazar un “plan” de mejora.
Hacemos lo que estamos acostumbradas a hacer.
Muchas veces nos dejamos llevar por el impulso o no medimos bien las consecuencias de lo que hacemos. Es más consideramos que pensar sobre cómo hacemos las cosas es una pérdida de tiempo, cuando en realidad es todo lo contrario.
Reconozco que en tiempos pasados he sido (en ocasiones) demasiado impulsiva, a pesar de ser una persona reflexiva a la que le gusta analizarlo todo. Lo cierto es que solemos dejarnos llevar por la inercia o solemos hacer lo que estamos acostumbrados a hacer.
En lo tocante a nuestra casa ya sabéis que la solución (que he repetido sin parar) para no sentirnos abrumados por su organización es eliminar todo lo innecesario. Ya se que esto cuesta un montón. Es más preferimos quejarnos porque nos falta espacio y seguir dedicando tiempo para seguir buscando hueco en cualquier rincón que pararnos a pensar en ello.
Te entiendo no te creas. Hemos crecido en la enseñanza de que hay que guardar y conservar las cosas, aunque se dejen de utilizar. Y mientras van cabiendo en casa se van quedando ahí, pero llega un momento en que se presentan como un esfuerzo tenerlas guardadas. Aunque, ni aún entonces nos planteamos tomar una decisión sobre ellas.
Porque siempre tenemos esa gran excusa llamada: Falta de Tiempo.
Vivimos en entornos maximalistas cargados de cosas que nos cuesta mantener organizados. Mientras no nos planteen ningún problema, pues no pasa nada. La cuestión es cuando pasa a serlo. De ahí surgió mi libro.

1. Comprar antes de pensarlo bien.
Ësta sería la primera de las 3 actitudes que nos desordenan la casa, comprar antes de pensarlo bien. Como yo digo comprar nos gusta y no vamos a dejar de hacerlo, pero antes de dejarnos llevar por el impulso hay que pensárselo bien. Las compras se dividen en meditadas o compulsivas, está muy claro que hay cosas que vamos a meditar muy bien antes de comprarlas como pueden ser una vivienda o un coche o un viaje.
Pero, en el caso de la ropa o la decoración en gran parte nos dejamos llevar por el impulso. Y no te digo que de raíz podamos cortar con esos ellos, pero en la medida de lo posible se puede controlar.
Preferible es que pienses dónde vas a poner esto o aquello y después comprarlo que hacerlo al contrario. Y una vez que tienes tal cosa comprada decidir dónde colocarla o con qué lo combinarás. De esas compras nada meditadas acaban llenándose los muebles y los armarios, de cosas sin usar que nos gustaron un día pero que no conseguimos encajar.
2. Querer quedárnoslo todo.
Partiendo de esa educación en la conservación de las cosas (sean utilizadas o no) en la que hemos crecido. Hay que tener en cuenta como eso nos impacta en nuestro día a día. Después, de observar mi propia casa y la de otras personas he llegado a la idea de que compramos más rápido de lo que nos deshacemos de las cosas. Con lo cual tenemos muchas cosas llenando cada rincón de nuestro hogar y muy poco tiempo para tenerlo a punto.
No quiero repetirme en el tema del desapego del que he hablado en este post. Pero, desde mi experiencia y tras empezar a liberarme de cosas que no utilizábamos en casa. El testimonio que os puedo ofrecer es que me cuesta menos hacer las tareas diarias, ya no tengo esa sensación de tener mucho, pero acabar utilizando lo mismo una y otra vez. O lo que supone no saber con exactitud donde están guardadas las cosas y tener que andar buscando sin tener claro dónde buscar.
3. Guardar para cuidar.
En relación con el punto del apego a las cosas tenemos la idea de que la manera de cuidar de esas cosas que hemos dejado de usar es guardarlas a buen recaudo. Es decir, ponerlas en un mueble o colocarlas en el fondo del armario.
Por si acaso en alguna ocasión las necesitamos.
En nuestro estilo de vida actual es difícil que se nos estropeen las cosas porque antes de que se nos rompan ya estamos comprando otras que la sustituyan. Y eso está bien hay que seguir comprando para seguir contribuyendo a la economía. Pero, también hay que tener claro que si hemos decidido sustituir eso es porque lo otro ya no tiene cabida en nuestra vida.
O lo que es lo mismo que lo otro ha cumplido con su ciclo de vida en nuestras manos y ha llegado el momento de que salga de ella.
Muchas veces intento entender ese afán de guardar por guardar o de creernos que almacenando eso en el fondo de ese mueble lo estamos cuidando. Cuando lo único que hacemos es ocupar espacio útil.
No he nacido desapegada de las cosas ni mucho menos y por supuesto que antes ni me planteaba el porqué guardaba cosas que habíamos dejado de usar, o si me robaban espacio o si me daban trabajo aunque no lo usase.
No lo hacía porque era lo habitual.
Pero, también lo habitual es quejarnos de que no tenemos tiempo o de que hacemos mucho esfuerzo o de que no nos da la vida. Lo habitual es dejarnos llevar y no pararnos a pensar en que tomar decisiones sobre nuestras cosas lo único que acabará por traernos es beneficios.

Cristina, Consejera de orden, visual merchandiser y creadora de ordenyespacios.com
Autora de Aligera tu casa Simplifica tu vida y 5 Semanas para ordenar tu casa.
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